Decidí llamarlo de algún modo
cuando se acortaban las palabras
cuando el detenerme se hizo inútil
y ya mi mente no pensaba.
Decidí llamarlo “Insaciable”
a cada momento de imaginación
donde el rocío de mi piel
se anidaba en los pétalos de tu fragancia.
Y le llamé así a la manía de sentirte
a la pasión que desprendí
cuando te desnudabas,
no fue tu piel la que vi, fue tu alma.
Y dejé de sentir frío sin ti,
ya en tu recuerdo me refugiaba
me hallé en un espacio
donde las estrellas tocaba con sólo mirarlas.
Y le llamé así a las frases desgastadas
ES QUE NO SE HAN INVENTADO OTRAS!!!
mi corazón! Si se perdieran en ti,
aún así podría hallarlas.
Y le llamé así a la verdad girante
Qua aclama cada instante de ti en mi,
Y lo que hay en mi que te llama.
Y le llamé así a la desesperación del tiempo,
a que no pueda hallar aunque trate
el momento de no ver más que tu espalda.
Y le llamé así al grito del silencio
al vuelo del día y a los agotados pensamientos
que no han logrado ver luz
de lo que llevamos por dentro.
Y le llamé así al despliego de tu ser
que al hallarse sin ropajes
hallaron en mi alma, su vestimenta!
