Con pocas palabras... Se escribe en grande...

La Poesía forma parte de la magia... de los caminos tejidos en la conciencia con hilos de palabras, éstas se muestran para darle un sentido único... que se esconde en medio de ellas... esperando ser descubiertas.

viernes, 15 de mayo de 2020

CONOCE A FAVER PAÉZ, homenajeado en el 4to Festival de Perfopoesía Valencia 2020

Faver Páez (San Carlos, 1943). Docente universitario, poeta y escritor satírico, Páez ha desarrollado su obra en el hombrillo de la autopista o, mejor aún, la carretera vieja o el atajo pedestre del panorama literario de la literatura carabobeña y nacional.
Pese a contar a la fecha con un libro publicado, «Para no morir del todo» (Predios, 2000), poemas suyos aparecen en antologías disímiles como «Rostro y poesía. Poetas de la Universidad de Carabobo» (1996) bajo la curaduría de Luis Alberto Angulo, “palabras de anunciación y de otras adyacencias” (2006) de Néstor Rivera, «Cojedes: Poesía de doce autores» (2007) a cargo de Miguel Pérez, e incluso otra selección cojedeña subordinada a un manual de promoción de la lectura. Ha sido también promotor de publicaciones literarias como «Urtext», la cual compartía con su némesis, el también poeta Gustavo Montiel; o la página de humor negro en el Semanario «Tiempo Universitario» que tuvo un sólo número [sabrá el poeta Orfeo Orfeo, otro díscolo satírico de esta urbe desamparada].
Más que poesía con pretensiones de lírica necrológica a lo Baudelaire o remedando la morgue de Gottfried Benn, como puede derivarse de una equívoca lectura del poemario en cuestión, nos topamos con un discurso austero y desnudo que toma distancia de la estilística prefabricada entretanto la voz se reconcilia con la vida como buen morir.
La limpia musicalidad del verso uniforme, patente en sonetos y letrillas satíricas escanciadas en vivo y guardadas en libretas de puño y letra, además del verso libre y breve, es otro indicio claro de su oído y sabiduría poéticos. Su vocación reside en la palabra directa y encarnada que no separa ni discierne lo culto de lo popular.
«Amanecer del lado oscuro de la piedra» constituye una vocación permanente y denodada por la poesía que se halla en la cotidianidad, el paisaje natural o el destripado por el urbanismo hipertrofiado, y en la conversación ora tranquila u ora confrontada con la muerte. El bestiario se nos antoja un remar a contracorriente que humaniza al ciudadano y la urbe inhóspita en el día de reposo del Dios y el Papa católicos: “Bajo la lluvia / esta ciudad semeja / un saurio enorme / fatigado de frío // sólo el viento perturba / la redonda quietud // atrás quedaron / las ruinas / del domingo”.
Los raspi-aguinaldos firmados por un heterónimo real y usurpador, a diferencia de los que creó Pessoa y luego Montejo, se mueven entre el ingenio humorístico, la ocurrencia cómica y los afectos: “Si te sientes íngrimo / en la noche lóbrega, / busca que te cuide / José Carlos Nóbrega”.
Francisco Ardiles elogia y comenta a nuestro poeta aporreado pero pa’tras en este mundo falsificado por la cultura engañosa de los satisfechos [no obstante el substrato clasista despectivo]: “Fáver por si no lo sabes / tú también vives / en esta ciudad que se joroba / releyendo el peso de la gente / (…) / Caminas a veces / con el ritmo oscuro / de un río de aguas poco profundas / y poco revuelto / que nos sueña lejos / y nos duele cerca”.
Fáver Páez es además un performer satírico imprescindible de Valencia de San Simeón, el estilita: No sólo como el mayor exponente teórico-práctico de la Gastronomía de la Miseria, sino también como aquél que desquició a la Academia disfrazándose de recoge-latas en la época de las vacas gordas y los petro-dólares a granel. Ojo, nos consta su buenos oficios en la cocina: Todavía saboreamos un muchacho redondo que nos ofreció hace unas cuantas navidades.
Dios y el Diablo libraron a Fáver Páez de la consideración distraída y superficial de las roscas culteranas que ocupan las primeras planas de los diarios provincianos, valga esta Cancionala del “Perecito”: “No te me acerques / que en esta fiesta / ninguno quiere / tu saya negra”.
José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC
(publicado el 18 de mayo de 2018)

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